Quedan 11 días para que Real Madrid y Borussia Dortmund disputen la final de la Champions de 2024 en Wembley. Hasta el sábado 1 de junio, en OKDIARIO continuamos con la cuenta atrás para ese gran día en Londres. En este martes 21 de mayo toca recordar la Undécima Copa de Europa de los blancos, donde la entidad madridista venció en la final de la Champions de 2016 al Atlético de Madrid en una mítica tanda de penaltis, donde Juanfran tiró al palo y Cristiano Ronaldo marcó el gol ganador.
El 28 de mayo de 2016, el Real Madrid levantó su Undécima Copa de Europa en el estadio de San Siro en Milán. El cuadro madridista, en la primera temporada de Zidane como primer entrenador, llegaba a su segunda final de las últimas tres. Tras vencer al Atlético de Madrid en Lisboa, los rojiblancos volvieron a ser el rival de los blancos en la ciudad italiana.
La Undécima, al igual que la Décima, llegó tras un partido lleno de tensión contra los colchoneros El partido llegó a la prórroga con empate y se mantuvo así durante los 120 minutos de fútbol. Madrid entera aguantó la respiración durante una tanda de penaltis mítica. La imagen de Lucas Vázquez jugando con la pelota quedó grabada en la memoria de todos los madridistas. Bale marcó mientras cojeaba. El gol ganador lo transformó Cristiano Ronaldo después de que Juanfran la estrellase en el poste.
El inicio de Zidane en el banquillo
Durante aquella temporada, la 15/16, el Real Madrid realizó una gran fase de grupos con Rafa Benítez en el banquillo contra PSG, Shakhtar Donetsk y Malmo. Pero el equipo en Liga no iba bien y la entidad madridista decidió destituirlo durante los primeros días de enero. Acto y seguido presentó a Zidane y el resto es historia.
Los blancos, durante esa edición de la Champions League, fueron el equipo que más partidos ganó y el conjunto que menos goles recibió. El primer partido de Zidane como primer entrenador, ya que en 2014 fue segundo de Ancelotti ganando la Décima en Lisboa, en la Copa de Europa fue en octavos de final de esa temporada contra la Roma. En cuartos de final tocó el Wolfsburgo donde en Alemania se perdió 2-0 y en el Bernabéu se remontó la eliminatoria con un hat-trick de Cristiano Ronaldo. En semifinales, los blancos vencieron al Manchester City con un gol de Bale en los dos partidos.
Otra vez el Atlético de Madrid en una final de Champions
Con esos registros, el Real Madrid volvió a una nueva final de la Champions y su rival era el Atlético de Madrid, al igual que en la final de 2014. En aquella final en San Siro, Zidane salió con Keylor Navas en portería, Carvajal, Ramos, Pepe y Marcelo en defensa, Casemiro, Modric y Kroos en el centro del campo, y Bale, Cristiano Ronaldo y Benzema en ataque.
Dani Carvajal se lesionó en aquella final y tuvo que dejar sitio a Danilo en el minuto 52. Isco y Lucas Vázquez salieron al campo antes del 90 para jugar la prórroga. El Atlético de Madrid de Simeone saltó al terreno de juego con un once formado por Oblak, Juanfran, Savic, Godín, Filipe Luis, Saúl, Gabi, Augusto, Koke, Griezmann y Fernando Torres.
Sergio Ramos, que ya fue el héroe de la final anterior en Lisboa, adelantó al Real Madrid en Milán a los 15 minutos de partido. Kroos ejecutó una falta lateral perfecta, la puso en el corazón del área y el camero remató con el pie para poner a los blancos por delante en la final de la Champios de 2016. El Real Madrid dominaba, pero en el inicio del segundo tiempo, el colegiado pitó un penalti de Pepe sobre Griezmann. El galo lo falló y todo parecía de cara para los madridistas.
Una mítica tanda de penaltis para saborear la gloria
Pero al borde del final, en el minuto 79, Carrasco puso el empate a uno y llevó el partido a la prórroga. En aquel tiempo extra, ambos equipos estaban muy cansados. Los blancos lo intentaron, pero no pudieron desbloquear el empate. Todo hacía indicar que el ganador de la Champions League se iba a decidir desde el punto de penalti y así fue.
La forma más dramática para ganar una Copa de Europa, también de perderla, es en una tanda de penaltis. Durante unos segundos se hizo el silencio en San Siro. Se venían minutos de máxima tensión en Milán hasta que ambas aficiones, la del Real Madrid y la del Atlético de Madrid, animaron a los suyos con máxima pasión.
En la tanda de penaltis, el Real Madrid logró batir a Oblak en sus cinco penaltis. Lucas Vázquez fue el primero en tirar y se acercó hacia el punto de penalti mientras bailaba con la pelota. Ese simple gestó tranquilizó a todos. Fue puro Real Madrid. Los corazones en el césped, en la grada y en la televisión latían ya a menos pulsaciones.
Luego marcó Griezmann, Marcelo tampoco falló, Gabi también anotó, Bale lo hizo prácticamente cojo, Saúl también marcó gol y Sergio Ramos tampoco perdonó. Hasta que llegó el momento de Juanfran y el balón se fue directo al poste. La Undécima estaba a punto. La guinda la puso Cristiano Ronaldo, que tiró su penalti a la perfección y se convirtió en el héroe de la final. Se quitó la camiseta y todo el banquillo, Arbeloa llegando el primero lleno de fe, se tiró encima iniciando una fiesta que ya no se detuvo. La Undécima era del Real.